miércoles, 24 de marzo de 2010

EL ESPANTAPAJAROS





Hoy me han enviado, por e-mail, este corto de dibujos sobre un espantapájaros, cansado de su trabajo.
Después de estudiar primaria, mi madre decidió que estudiara para ser administrativa, a mi me gustaba electricidad (pero para una chica, no quedaba bien, decía ella) así es que, sin poder decidir, me resigné a hacer algo que, muy evidentemente, no me gustaba. Me saqué el título, con mas pena que gloria, todo hay que decirlo.
Con el paso del tiempo y con muy buena compañía, me decidí probar con algo totalmente diferente, la enfermería y aunque me gusta muchísimo (de hecho es en lo que trabajo), nunca me olvidé de mi "vena" electricista, que practico siempre que tengo ocasión, acabé siendo autodidacta y no se me da mal.
Mamá, no sabes el mal que hiciste, no dejándome estudiar lo que realmente me gustaba.


¡¡Que gran electricista hubiese sido!!


Deberíamos dejarnos de estereotipos y enfrentarnos y rebelarnos, cuando intentan imponernos criterios.


Espantapájaros amigos de los pájaros por Lenore

domingo, 21 de marzo de 2010

LA PRIMAVERA (Un tópico imprescindible)

Iris silvestres, sobre Hibisco todavía dormido por Lenore




LA PRIMAVERA (Antonio Machado)

La primavera besaba
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.

Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil...
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de abril.

Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
-recordé-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.

Hoy, en mitad de la vida,
me he parado a meditar...
¡Juventud nunca vivida
quién te volviera a soñar!


viernes, 19 de marzo de 2010

DIA DEL PADRE



A veces el hombre más pobre
deja a sus hijos
la herencia más rica

(Ruth E. Renkel)


Padre e hijo (Pare i fill) por Lenore.


Gracias por elegirme, y muchas, muchísimas felicidades.


sábado, 13 de marzo de 2010

ADIOS, A LA TERNURA DE MIGUEL DELIBES



[...]Él pensaba que Roque, el Moñigo, y Germán, el Tiñoso, se sentirían muy solos cuando él se fuera a la ciudad a progresar, y ahora resultaba que el que se sentía solo, espantosamente solo, era el, y solamente el. Algo se marchitó de repente muy dentro de su ser: quizá la fe en la perennidad de la infancia. Advirtió que todos acabarían muriendo, los viejos y los niños. Él nunca se paró a pensarlo y al hacerlo ahora, una sensación punzante y angustiosa casi le asfixiaba. Vivir de esa manera era algo brillante, y a la vez, terriblemente tétrico y desolado. Vivir era ir muriendo día a día, poquito a poco, inexorablemente. A la larga, todos acabarían muriendo: él, y don José, y su padre, el quesero, y su madre, y las Guindillas, y Quino, y las cinco Lepóridas, y Antonio, el Buche, y la Mica, y la Mariuca-uca y don Antonino, el marqués, y hasta Paco, el herrero. Todos eran efímeros y transitorios y a la vuelta de cien años no quedaría rastro de ellos sobre las piedras del pueblo. Como ahora no quedaba rastro de los que les habían precedido en una centena de años. Y la mutilación se produciría de una manera lenta e imperceptible. Llegarían a desaparecer del mundo todos, absolutamente todos los que ahora poblaban su costra y el mundo no advertiría el cambio. La muerte era lacónica, misteriosa y terrible.[...]

(Fragmento de "El camino")

Esta tierna y hermosa novela, cambió mi forma de ver la buena literatura, e hizo que empezara a leer a "grandes y consagrados autores" de todos los tiempos. Sin embargo la ternura de aquella primera lectura, nunca ha desaparecido de mi corazón. Espero que haya encontrado "su camino" para siempre.

miércoles, 10 de marzo de 2010

JUGANDO A CARACOLES

Hace unos días, como cada mañana, le puse a mi peque, unos pantalones vaqueros nuevos para ir al cole. Supongo que, como a todas las madres, me gusta que vaya bien vestido, con la ropa limpia, peinado y perfumado, echo un pincel, vamos. Salió de casa limpio, oliendo a suavizante y a colonia nenuco. Y como siempre, al mirarlo, me pregunté (mas bien temí) cual sería su aspecto a las 5 de la tarde. Estaba lloviendo, así es que pensé, que como no saldrían al patio, no había nada que temer. Sobre las 2 del mediodía se podía entrever, un rayito de sol, pero la hora del recreo ya había pasado. Cuando llegué a la puerta de la clase, distinguí su cara apesadumbrada, a través del cristal de la puerta. Salió diciendo:

-Mami, perdona, ha sido sin querer (todo esto haciendo pucheros).

No sabía a qué se refería, hasta que bajó su mirada, hacia las rodillas, señalándome sendos agujeros, uno en cada pernera. Me puse de todos los colores, estaba a punto de estallar y pegarle dos gritos de estos que se escuchan a varias manzanas a la redonda (hacía 2 días, que había roto otro par de pantalones), cuando le pregunto que ¿qué había estado haciendo?, con la carita de pena, todavía en marcha, me dice:

- Mami, es que dejó de llover y después de comer salimos un poquito al patio, y como había charcos y estaba mojado, estábamos "jugando a caracoles" yo y Francesc.

Habían visto un caracol y decidieron imitarlo. Mi cara, roja por la furia, acabó explotando en una carcajada, no pude evitarlo.

Estado en el que quedaron los pantalones por Lenore

viernes, 5 de marzo de 2010

LA PRINCESA BUSCA MARIDO (Jorge Bucay)

Había una vez una princesa, que quería encontrar un esposo digno de ella, que la amase verdaderamente. Para lo cual puso una condición: elegiría marido entre todos los que fueran capaces de estar 365 días al lado del muro del palacio donde ella vivía, sin separarse ni un solo día. Se presentaron centenares, miles de pretendientes a la corona real. Pero claro al primer frío la mitad se fue, cuando empezaron los calores se fue la mitad de la otra mitad, cuando empezaron a gastarse los cojines y se terminó la comida, la mitad de la mitad de la mitad, también se fue.
Habían empezado el primero de enero, cuando entró diciembre, empezaron de nuevo los fríos, y solamente quedó un joven.Todos los demás se habían ido, cansados, aburridos, pensando que ningún amor valía la pena. Solamente éste joven que había adorado a la princesa desde siempre, estaba allí, anclado en esa pared y ese muro, esperando pacientemente que pasaran los 365 días.
La princesa que había despreciado a todos, cuando vio que este muchacho se quedaba empezó a mirarlo, pensando, que quizás ese hombre la quisiera de verdad. Lo había espiado en Octubre, había pasado frente a él en Noviembre, y en Diciembre, disfrazada de campesina le había dejado un poco de agua y un poco de comida, le había visto los ojos y se había dado cuenta de su mirada sincera. Entonces le había dicho al rey:

- Padre creo que finalmente vas a tener un casamiento, y que por fin vas a tener nietos, este es el hombre que de verdad me quiere.

El rey se había puesto contento y comenzó a prepararlo todo. La ceremonia, el banquete e incluso, le hizo saber al joven, a través de la guardia, que el primero de Enero, cuando se cumplieran los 365 días, lo esperaba en el palacio porque quería hablar con él.
Todo estaba preparado, el pueblo estaba contento, todo el mundo esperaba ansiosamente el primero de Enero. El 31 de Diciembre, el día después de haber pasado las 364 noches y los 365 días allí, el joven se levantó del muro y se marchó. Fue hasta su casa y fue a ver a su madre, y ésta le dijo:

- Hijo querías tanto a la princesa, estuviste allí 364 noches, 365 días y el último día te fuiste. ¿Qué pasó?, ¿No pudiste aguantar un día más?

Y el hijo contestó:

- ¿Sabes madre? Me enteré que me había visto, me enteré que me había elegido, me enteré que le había dicho a su padre que se iba a casar conmigo y, a pesar de eso, no fue capaz de evitarme una sola noche de dolor, pudiendo hacerlo, no me evitó una sola noche de sufrimiento. Alguien que no es capaz de evitarte una noche de sufrimiento no merece de mi, Amor, ¿verdad madre?

Cuando estás en una relación, y te das cuenta de que pudiendo evitarte una mínima parte de sufrimiento, el otro no lo hace es, porque todo se ha terminado.



lunes, 1 de marzo de 2010

INVISIBLE

Hoy es uno de esos días largos, tristes, horribles. Todavía no me he acostado, y dentro de unas horas debo levantarme, para ir al trabajo. Todavía no he acabado este día, y ya he empezado con otro.
Me siento mal, pero no estoy enferma, físicamente por lo menos. Me siento completamente prescindible, siento que en nada alteraría, el que yo no estubiese aquí, que nadie se daría cuenta de que me he ido, porque parece que para algunas personas, es como si ya lo hubiera hecho. Me he hartado de llorar, un día tras otro, sintiendo ese dolor, que sale desde la altura de las tripas, que te hace estremecer de pena, frustración y soledad. En la que entiendes la actitud de los demás hacia ti, pero que no la asumes, despreciando ese ser en que te has convertido para los demás.
Me miro al espejo y me reconozco, y no entiendo como la gente no lo hace, y entonces te das cuenta, que lo que pasa, es que te estás convirtiendo en invisible, y todavía te encoges hacia dentro, para no verte tampoco tu.
Hace seis años, escuchaba esta música que aquí os dejo, y me sentía la persona mas afortunada de la Tierra. Toda la gente que quiero, tenía sus ojos puestos en mi, me deseaban lo mejor y me miraban sonriendo. Dentro de mi, la vida crecía y pensaba, que era invencible y que ya nunca estaría sola. Pero la soledad crece dentro, y conforme pasa el tiempo, te hace desaparecer de la vida de los demás.
Aunque todavía conservo, un lazo de unión con esta vida que en realidad no me pertenece...y ese es el amor que siento por mi hijo y mi mitad, y a los que quiero ver, un día tras otro.





Seguro que mañana será un día mejor. Gracias por leerme.