domingo, 30 de mayo de 2010

DE SAFARI

Hace unos días tuve el "inmenso placer" de acompañar a mi hijo a la excursión de fin de curso, completando así el ciclo de infantil.
La mañana comenzó con los nervios de la preparación, que si la mochila, la comida, las chuches, la bebida, la gorra y un largo etcétera. A las 8,45 estábamos preparados con las cámaras de fotos como 2 exploradores, preparados para (como dice mi niño ir de aventura). Subimos al autobús cogidos de las manos, la de el estaba pegajosa por el sudor y apretaba la mía como si me pudiera escapar. Cada niño con su padre-madre, muchas sonrisas e ilusión. Después de 1 hora larga de autobús, de haber pasado por un largo túnel (que los niños celebraron cantando la canción de bob esponja) y de algún mareo con vomitona incluida, llegamos al safari. Y así desde el autocar, vimos muchos animalitos. A cada uno que veíamos las bocas de los chiquillos se abrían asombradas y los ojos abiertos para no perder ni un sólo detalle. Aquí os dejo algunas fotos, disculpad porque la calidad deja bastante que desear (están hechas a través de las ventanillas de autobús).



Bambi y su mamá antes del "accidente"

A lo memórias de África

Uno venido de la India para la ocasión


Cabra y no precisamente la de la legión


Más cabras triscando.


Cucú ¿Quién soy?


Exacto, un pavo real.


Un safari sin monos es como un cole sin alumnos.


¿Camello o dromedario?


A este elefante le picaba todo.

Hipos, vamos al agua a refrescarnos.


Jirafas, algo mas que una amistad.


No soy foca, que soy león marino.

Eso es to... eso es to... eso es toodo amigos.

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Además estuvimos comiendo estilo picnic, que tanto les gusta. Al volver todos cerraban los ojos cansados, estaban sucios, olían a rayos y algún que otro rasguño, pero todos dibujaban una gran sonrisa ¿Qúe mayor recompensa?
Espero que no os haya aburrido mucho, este episodio de "La gran aventura de ser padres".

lunes, 24 de mayo de 2010

HERMOSAS Y EFIMERAS


Campo de amapolas por Lenore



No perdáis vuestro tiempo ni en llorar el pasado ni en llorar el porvenir. Vivid vuestras horas, vuestros minutos. Las alegrías son como flores que la lluvia mancha y el viento deshoja.

(Edmond Gouncourt)


Campo de amapolas por Lenore

miércoles, 12 de mayo de 2010

PREMIO

Música aquí (abrir en otra ventana xD)

Me han concedido un premio, inmerecido todo hay que decirlo, desde el magnífico blog "Les dones no som (tan) complicades" publicado por Lucrecia de Borja i Bairén. Un blog muy recomendable por cierto.
Este premio comporta, hacer una reseña en tu blog de la página web que te lo ha concedido y premiar a su vez a otros 10 blogs y publicar la lista de los premiados en el post.
La verdad, necesitaba tiempo para elegir los blogs que iba a premiar, y al final (lo lamento mucho Lucrecia) no he podido hacerlo, porque considero que todos los blogs que sigo son merecedores de este premio, por algo me hice seguidora de ellos. En definitiva dejo este premio, para que uno a uno lo recojáis por merecidísimo, por los buenos ratos que me hacéis pasar y porque vuestros blogs son muy especiales para mi.
Espero ver pronto este premio colgado de vuestros blogs.

Muchísimas gracias a todos los que me seguís.

domingo, 9 de mayo de 2010

VIVIR A DISTINTA VELOCIDAD


Ya, ya se que es el sueño de muchos, y yo normalmente no suelo quejarme del rumbo y velocidad de mi vida. Pero estoy pasando una temporada en que, a pesar de no ser especialmente mala, pasa muy lentamente. Debería haber una manera de hacer que los mejores momentos se ralentizaran y los malos o aburridos corrieran, de manera que ganásemos tiempo de unos para poder alargar los otros, o en su defecto tener mas tiempo para dar entrada a mayor cantidad de mejores momentos. Aunque pensándolo bien quizá no sea tan buena idea, y debamos contentarnos con el tiempo de nuestras vidas, quizá tenga un mecanismo que regule los buenos y malos momentos, ya que si dispusiésemos de muchos "mejores momentos", estos acabarían convirtiéndose en aburridos y monótonos a la larga.
Si, decididamente me quedo con mi vida y su tiempo, porque a pesar de todo me gusta, me llena y me satisface.

Y vosotros, qué pensáis?

lunes, 3 de mayo de 2010

PEQUEÑAS CAJITAS DE EMOCIONES



Hace unos días, leyendo cuentos en el blog "365 contes", decubrí uno en particular titulado "la capsa de les històries" (preciosos los cuentos de su autor Joaquim Valls) que me hizo recordar mi caja de recuerdos. Un par de días después, en el blog "Mar i cel" leí un post, sobre cosas que guardas a lo largo de tu vida, y de que un día te cansas y decides deshacerte de ellas. Es lo que yo hice con mi caja de recuerdos.
Ayer mismo el peque, nos pedía una de éstas cajas tan especiales.
Aquella caja era metálica, cuadrada, de aquellas que en su interior habían contenido infusiones, de una conocidísima marca de te. Me la regalaron en el colegio, mejor dicho me la llevé como pago a la limpieza de la pizarra de mi clase. En ella recuerdo perfectamente que guardaba entre otras cosas, un sobre de cromos de "Heidi" de aquellos que regalaban por la compra de yogur, un juego de aquellos en que tenías que encajar piezas geométricas en su correspondiente lugar sin tocarlas (había que ir inclinando la cajita que las contenía), un sacapuntas metalico que simulaba un reloj antiguo, un par de flores regaladas en mi cumpleaños por mi madre y secadas con laca, un par de cochecitos metálicos minúsculos que iban dentro de una bola de plástico (el huevo Kinder de mis tiempos) que me compraba mi madre en el mercado del pueblo, un poema de "Gustavo Adolfo Béquer" transcrito por mi hermana Cristina...y algunas, muchas cosas mas.
Me he dado cuenta, que aunque desaparecida la caja, sigo recordando lo que contenía y me sigue despertando los mismos sentimientos, las mismas emociones, recordando aquellos objetos y las circunstancias en que llegaron a mi. Creo que aquella caja, no ha desaparecido del todo, se hizo intangible y anidó en mi alma, y continuó guardando recuerdos en pequeños compartimentos estancos, en los cuales viven los sentimientos en estado puro y en distintas intensidades. En ellos guardo: el primer beso de amor; la primera vez que vi a mi mitad; aquellas palabras y frases varias, de ánimo, de amistad, de amor escuchadas con auténtico deseo; el 30 de julio o la primera vez que entre los dos fuimos uno; el día que atravesé el portal de la casa materna para entrar por la de mi hogar; el nacimiento de nuestro hijo (que deseado que ha sido el jodío)...y así hasta la actualidad. No me hace falta aquella caja material.
Ahora cuando tengo un mal día, abro alguna de estas cajitas en mi alma y dependiendo del mal que sufra, hay uno u otro remedio entre todos mis recuerdos que me hacen sentir como en aquel momento, y hay que ver lo que reconfortan. Solo espero que cuando no recuerde que están ahí, si esto sucede alguna vez, tenga a mi lado a quien sepa recordarme todo lo que poseo en bienes intangibles.